Agradecido vs. Quejoso


¡¡Buenos días!!  Les deseo las mejores bendiciones en este jueves.
Hoy una pequeña reflexión, pequeña pero importante…

Agradecido vs. Quejoso

Si queremos seguir adquiriendo el carácter de Cristo en nuestra vida y reflejar la mejor publicidad de Él, no debemos dejar de considerar nuestra manera de hablar.

Y… ¿Quién no se quejo alguna vez? ¿Por lo que tiene? ¿Por lo que no tiene? ¿Por las situaciones? ¿Por la familia? ¿Por qué no salen las cosas como queremos? ¿Por las personas que nos rodean? ¿Por el clima? ¿Por el trabajo? ¿Por los discípulos? ¿Por los lideres? etc. etc.

Si anotáramos cada día, cuantas veces nos quejamos por algo en vez de agradecer, nos daríamos cuenta que es algo habitual en nuestras vidas.

Pero esto no le agrada a Dios y tampoco nos beneficia a nosotros mismos.

En primer lugar la queja nos amarga la vida, es una característica de una persona depresiva y no de un hijo de Dios. ”Me quejaba y desmayaba mi espíritu” (Salmos 77:3b NVI)

La queja no nos deja salir adelante sino más bien nos entristece, nos angustia  ¿Cuantos conocemos a esas personas quejosas que se las conoce mas como personas amargadas, negativas y solitarias a las que no nos gustaría estar a su lado?

Así también,  la queja no nos ofrece nada bueno, no es provechosa para nuestra vida. “Obedézcanlos a fin de que ellos cumplan su tarea con alegría, y sin quejarse, pues el quejarse no les trae ninguno provecho” (Hebreos 13:17).  

La queja es lo mismo que la murmuración y Dios condena estas cosas, bien sabemos cómo desagradó a Dios cuando los hermanos de Moisés murmuraron contra él (Algo que muchas veces es cotidiano), Dios lo aborrece y no quiere que este en nuestras vidas, pues nos acarrea condenación y malas consecuencias para nuestras vidas. (Estudios dicen que las personas que se quejan muchos tienen menos años de vida).

Y por último, la queja en nuestra vida nos estanca, no nos deja recibir las bendiciones del cielo. Cuando los israelitas salieron de Egipto su camino a la tierra prometida era un recorrido de 11 días, pero ellos tardaron 40 años.

Si leemos bien desde que salieron se quejaban por lo que estaban viviendo, se quejan porque no tienen para comer, después porque querían carne, porque añoraban lo que comían en Egipto, porque temían a nuevas tierras, se quejaban y se quejaban.

El hermano mayor de la parábola del hijo prodigo, se quejo contra su padre cuando se hizo fiesta por su hermano menor, ese pensamiento de queja o crítica no dejaba que él disfrutara de todas las bendiciones que él tenía en la casa de su padre y a las que le era posible acceder.

Lo contrario de la queja es el dar gracias, ello nos prepara para recibir otras bendiciones. No te quejes por lo que no tenés, al contrario,  agradece por lo que ya tenés.

Rodeate de personas que te contagien los pensamientos de Cristo, el lenguaje del cielo, personas de Fe;  esto hará que muchos sean bendecidos por tu vida y seamos de edificación en el lugar donde estamos.

Ante todas las circunstancias tenemos la libertad de optar por agradecer o quejarnos. Y eso desatara bendiciones o maldiciones en nuestra vida. Demostrara lo que hay en tus pensamientos, en tu corazón.

“El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón  produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca” – (Lucas 6:45)

Tomate cuatro minutos más


Miralo desde arriba: Lo que estás viviendo hoy puede ser bueno, pero tu actitud de queja es la principal traba que tiene Dios para seguir trayendo bendición a tu vida. Si no te está faltando nada ¿Por qué la queja? Si sabes estar agradecido, Dios sabrá que vale la pena bendecirte cada vez más.

Miralo desde abajo: Muchas veces disfrazamos nuestra queja como simples peticiones. Creemos que podemos engañar a Dios con una oración que suene bien. Lo cierto es que no podemos, la queja o el agradecimiento son actitudes que nacen primero en el corazón, y ahí no hay careta que alcance.

Miralo desde Adentro: Queremos ser agradecidos, pero nos NACE la queja. Es momento de analizar la actitud de nuestro corazón ¿Es difícil? ¡Claro! Nadie reprogramar nuestro corazón iba a ser fácil. El agradecimiento es una actitud que se practica. Ejercita el agradecimiento en tu vida cada mañana.

Miralo hacia Afuera: Ser agradecido no solo te convierte en una persona distendida, despreocupada y alegre, sino que también te ayuda a ser atenta a la queja de los demás. En el momento en que acostumbres tu oído a la palabra “Gracias”, una queja te va a sonar raro ¡Dios te va a usar para que transformes tu entorno! La queja no debe ser común en el ambiente que te rodea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario