COMBATIENDO LA PEREZA


¡Hola! ¿Cómo vamos esta semana? Seguimos un poco con estos devocionales de carácter práctico. Hoy les voy a hablar sobre…

COMBATIR LA PEREZA

¡Qué tema! Es uno de los que más me trato el Señor en esta época del año y al leer proverbios y ver los consejos de no ser perezosos y librarnos de las consecuencias que pueden traer.

“La pereza conduce al sueño profundo, el holgazán pasará hambre” – Proverbios 19: 15

La pereza es sinónimo de apatía, desidia, holgazanería, vagancia, flojedad, descuido, lentitud, inactividad, inercia, somnolencia. Toda persona llamada por Dios para esta visión de ganar y consolidar  corre el peligro de caer en el acomodamiento, el acostumbramiento y estancamientos de sus deseos, metas y esfuerzos.

Esta tendencia es totalmente humana y conocida, llegar a una estación del año y allí quedarse, aceptando la rutina y cayendo en el conformismo. El problema es que Dios tiene una visión mucho más grande y quiere darnos cosas grandes y gloriosas, para lo que requiere de personas, jóvenes esforzados que sean capaces de programar la visión de Dios.  

“Anda perezoso ¡Fíjate en la hormiga!, ¡Fíjate en la hormiga, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile, ni quien la gobierne, con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos. Perezoso ¿Cuánto tiempo más estarás acostado? ¿Cuándo despertaras de tu sueño? Un corto sueño, una breve siesta. Un pequeño descanso, cruzado de brazos… ¡Y te asaltara la pobreza como a un bandido y la escases como un hombre armado!” (Proverbios 6:6-11).

La virtud que manifiesta la hormiga está en su diligencia, en su capacidad de disciplinarse y organizarse, en su constancia y aprovechan todo el tiempo disponible.

La clave para vencer la pereza es:

1.    Disciplinarnos hacia un nuevo estilo de vida, desarrollando la habilidad de sujetarse, dominarse, someternos hacia lo que debe hacer y no hacia lo que deseamos hacer. Cuando los deseos y pensamientos de Dios se impregnan en nuestras vidas, disponemos todo nuestro ser, pensamientos y esfuerzos a hacerlos realidad.

2.    Desechemos todo pensamientos que nos llevan a vernos, sentirnos o creernos en debilidad y desafiémonos a ir una milla mas.

3.    Desarrollemos la firmeza y la constancia como una característica en nuestra vida. Jesús no quiere que sus discípulos sean inconstantes lo estableció en Lucas 6:62. Dios espera que cuando Él nos llama para la obra seamos capaces de poner el mayor esfuerzo y cosechar con diligencia y firmeza.

A un mes de terminar el año, no dejes que la pereza gane terreno en tu vida podrás echar a perder todo lo que lograste.

No dejes que la comodidad y el estancamiento entren en tu vida, recarga tus pilas en los brazos del Señor.

Tomate cuatro minutos más

Miralo desde arriba: Dios quiere que seas una persona activa, que constantemente busque renovar sus pensamientos y sus metas ¡Quiere verte de victoria en victoria! La decisión de actualizar nuestras metas es siempre nuestra.

 Miralo desde abajo: El cansancio y la pereza son comunes en nuestras vidas. Caemos constantemente en el error de generar rutinas en nuestras vidas que nos aplasten emocional y espiritualmente ¡Necesitamos activarnos! No dejemos de renovar nuestra mente todos los días.

Miralo desde Adentro: Todos necesitamos estar atentos al momento en el que caemos en la rutina. Analizar nuestras actividades diariamente, qué priorizamos y que dejamos como secundario y en qué nos basamos para categorizar nuestras actividades ¿Lo hacemos en los planes de Dios? ¿Lo hacemos en nuestros planes? ¿Ponemos primero Su voluntad antes de hacer tal o cual cosa? Son preguntas que deben ocupar las primeras horas del día.

Miralo hacia Afuera: Personas activas, animadas, fuertes, son las que Dios quiere usar para bendecir a otros en nuestra sociedad ¿Serás vos el próximo elegido? Todo lo que hagamos, siempre va a traer efectos en los que nos rodeen. 

1 comentario:

  1. La pereza! Siempre aparece no? Y más cuando a uno le va bien tiende a quedarse donde esta. Muy buen tema Dani! Me pegó! Voy a ver que hago hoy para Dios! Un abrazo!
    Dan!

    ResponderEliminar