En busca del Tesoro Perdido.

No busques  a Dios para ser cristiano... Hazte cristiano para buscarlo a él.

“Sucedió que un hombre se acercó a Jesús y le preguntó: maestro, ¿Qué de bueno tengo que hacer para obtener la vida eterna?17- ¿Porque me preguntas sobre lo que es bueno? Respondió Jesús. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos. 18- ¿Cuáles? Preguntó el hombre. Contesto Jesús: -“no mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, 19- honra a tu padre y a tu madre”, y “ama a tu prójimo como a ti mismo”. 20- Todos esos los he cumplido – dijo el joven – ¿Qué más me falta?-. 21- -Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo. Luego ven y sígueme. 22- cuando el joven oyó esto, se fue triste porque tenía muchas riquezas.” Mateo 19: 16-22

Muchos cristianos pensamos que tenemos la vida resuelta o que estamos haciendo "todo bien". Oramos, leemos la biblia, nos congregamos y servimos en algún área de nuestra iglesia ¿Qué cristiano no hace estas cosas?

Esto es muy bueno y te aliento a que si hay algo que no estás haciendo, empieces cuanto antes ¡Va a ser de mucha bendición para tú vida! Como digo, es bueno que lo hagas, pero sólo si lo haces con el corazón, actitud o pensamiento correcto.

Observemos al joven rico. De este relato podemos aprender muchas verdades. El era un hombre bueno, conocía y practicaba la palabra y servía a Dios con todas sus fuerzas, pero le faltaba algo.

A pesar de llevar una vida intachable, sentía que no estaba completo, que había algo más. Todo lo que él hacía de bueno, no lo satisfacía enteramente ¿Cómo sacamos esa conclusión? Veamos:

Lo primero que él le pregunto a Jesús cuando se acercó fue “¿Qué tengo que hacer para tener la vida eterna?” Esto demuestra que el estaba en la búsqueda de algo que le faltaba ¿Qué sucedió? Hay algo que no me queda claro.

Era un excelente varón y un ejemplo de comportamiento cristiana, a la vista de todos ¡Él era perfecto! Sin embargo, el no se sentía así. Había algo que lo estaba inquietando. Su servicio y buen comportamiento no bastaban. ¿Por qué?

El joven estaba tan metido en sus asuntos; en el servicio, en vivir en santidad, en interpretar la palabra de Dios, que se había olvidado de lo más importante del cristiano: Dios mismo.

Muchas veces pensamos que si prestamos servicio a la iglesia liderando, tocando algún instrumento, limpiando, etc., nuestro compromiso con Dios aumenta y pareciera que de esa forma lo vamos a buscar más a él.

Pero déjame decirte que esto no es tan así. El orden no es 1° servicio o vida perfecta; 2° búsqueda de Dios. Sino que es todo lo contrario.

Dios es el que nos llena por completo, el que hace que nuestro servicio y nuestra vida de oración y lectura sea efectiva y nos edifique en todas las áreas de nuestra vida.

Solo Él le da sentido a nuestro diario vivir y fuerzas para seguir adelante. Dios tiene que ser la razón de tú servicio ¡No al revés! Por eso que el joven se sentía incompleto.

Con esto quiero hacerte una invitación, sin importar los años de cristiano o la importancia de tú servicio: dejemos todo de lado. Este día determina que Dios sea lo más importante en tú vida.

Pregúntale todo antes de tomar una decisión o de realizar alguna actividad o servicio, ¡Hasta la ropa que vas a vestir! Demostrá que agradarle a él, es lo más importante.

Mateo 6: 33-34 habla de buscar primero a Dios. Búscalo a él, porque de esa manera, Él va añadir excelencia en tú servicio, santidad en tú vida, gozo, felicidad, fuerza, y todo lo que necesites ¡Y lo que no también!

Hoy va a ser un gran día para Dios. Que este día Él sea lo más importante. Que nada robe tú atención por más bueno o edificante que sea  para tú vida, nunca encontrarás nada mejor que un abrazo, una sonrisa o un "te amo" de Papá.

Tomate cuatro minutos más

Miralo desde arriba: Dios ama verte servir, predicar, y dedicarle tus días y fuerzas a Él. Pero más disfruta que pares una vez al día y le dediques un tiempo a su intimidad ¡Él espera con ganas ese momento del día!

Miralo desde abajo: Cuando nos tapamos de tareas, por más edificantes que estas resulten, nos atoramos, nos cansamos, y finalmente no cumplen su objetivo ¡Prestá atención! todo lo que hagas tiene sentido porque tu amor hacia él aumenta.

Miralo desde adentro: ¿Lográs reconocer en tu vida la falta de intimidad? ¿Corriste a Dios del centro de tus actividades para volver las actividades el centro de tu vida? Es momento de analizar bien las cosas que hacemos durante el día. Dios debe ser nuestra primera motivación en todo.

Miralo hacia afuera: Sin el centro en Dios, en su amor, y en su presencia; va a llegar un punto en el que vamos a cansarnos, a desgastarnos, a quebrar. Y todo lo que hagamos en este estado no puede traer bendición a otros. Enfocados en la intimidad a Dios, todo el resto surge de haber estado en su presencia. Él nos da lo que no tenemos para dar a otros, lo que nos falta lo encontramos en intimidad con Él.

3 comentarios:

  1. WOOOW!!! zarpadooo!! Me hizo acordar a la parábola del hijo pródigo cuando dice "en la casa de mi Padre hay mucho jornaleros (empleados)". Que fácil es caer en la postura de "empleados" de Dios, haciendo un trabajo para El y reclamando el "sueldo", cuando en realidad somos HIJOS y eso es lo más hermoso y lo q nos debe motivar y llenar para servirlo.
    Me rompió la croqueta maaaaan!!!! ;-)
    Guille

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  2. asi es cuñamigoo...primero la busqueda de Dios y luego todo lo demas esta en sus manos!! muy bueno, muchas veces nos olvidamos de ser hijos, y al ser hijos disfrutamos mucho mas de su amor, de sus bendiciones, de sentarnos en la mesa del Rey....
    bendicioness muy bueno!!

    dany

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  3. Todo se basa exclusivamente en la motivación de cada uno, el amor hacia ÉL es la única motivación aceptable. Lo amamos y por eso hacemos lo que hacemos, vivir para Él,

    Este está muy bueno amigo, un abrazo!


    Nico Ponce

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