¡SALUDOS GENTE! En está semana vamos a dedicarnos a reflexionar acerca de nuestra MENTE.

Les paso los 2 versículos que vamos a estar analizando

"No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena agradable y perfecta" Romanos 12:2 (NVI)

"Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es el" Proverbios 23:7 (RV60)

Como para introducirnos en el tema, cuando nos encontramos con Jesús podemos decir que pasan 2 cosas: una es inmediata, instantánea ¡En el acto! Y es que somos trasladados de muerte a vida, pasamos de ser híper mega archi enemigos de Dios a ser Sus Hijos. Pasamos de tener una sentencia de muerte y castigo eterno por nuestros pecados a tener una herencia eterna de promesas para esta vida y la próxima, por el simple hecho de CREER. Si, sólo CREER.

Creer que Jesús es el Hijo de Dios, que murió por MIS pecados, y que al invitarlo Él viene a vivir adentro mío ¡WOW! si querés, podés aprovechar unos minutos sólo para decirle GRACIAS. Gracias por haber pagado tan alto precio por mí.

Como te contaba, pasan 2 cosas y la otra no es inmediata sino que lleva su tiempo. Si, tieeeeeeeeempo; y es la transformación de nuestra mente. Necesitamos que nuestra mente sea transformada y eso lleva tiempo.

Si bien se lo puede ver desde puntos distintos, para hacerla corta, en estos días cuando hablemos de la mente, nos vamos a referir al corazón, a la voluntad, a los pensamientos, al entendimiento, al alma y esas cosas; vamos a referirnos a todos ellos como mente.
 

Y sí. La transformación de la mente es un proceso. Palabra que no nos gusta tanto ya que en nuestra vida cotidiana se nos lleva todo el tiempo evitar los procesos, o acortarlos lo máximo posible.

Con tanta razón el apóstol Pablo dijo (guiado por el Espíritu Santo, obvio) " No se amolden al mundo actual (O sea, al sistema de pensamiento social actual corrompido, que nos lleva a buscar conseguir lo mejor, en el menor tiempo posible y al costo más bajo posible) sino sean transformados (pasar de una forma a otra totalmente distinta) por medio de la renovación de su mente (algo que es un proceso y no un suceso) así comprobaran la voluntad de Dios (o sea lo que Dios quiere darme) que es buena, agradable y perfecta"
 

Veamos lo del final hacia el comienzo, o de adelante ¡Pa' tras! Yo quiero que en mi vida me pase lo que Dios quiere que me pase, quiero vivir lo que Dios tiene para mí, Su voluntad, porque eso es LO MEJOR que me puede pasar, porque Él dice que lo que tiene para darme es bueno agradable y perfecto.

Entonces la pregunta del millón sería. ¿Qué tengo que hacer para que eso me pase? Tengo que ser transformado. O sea, sencillamente: ¡CAMBIAR! Sí, yo, No Dios, Dios no cambia. Yo tengo que ¡¡CAMBIAR!! Y la pregunta inherente que nos viene es ¿Cómo hago para Cambiar? Pues gente la respuesta está a la vista: "Renovación de mi mente"

Joyce Mayer dice que "La mente es la líder o precursora de todos nuestros actos" Yo no puedo decir algo o hacer algo si primero no lo pienso. Primero viene el pensamiento y luego hablo, o luego actúo.

Así podemos entender mejor este versículo de proverbios "Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es el". Nos vamos a convertir en aquello que pensamos.

Para explicártelo con un ejemplo: antes de conocer a Jesús yo pensaba que nunca me iba a ir bien en la vida, que yo no era tan inteligente, y que no había tenido la suerte de vivir en otro pueblo, con otra familia, con otra plata y con otras posibilidades.
 

Pero cuando conocí a Jesús, Él puso sus pensamientos en mi mente, cuando pude leer en la biblia "Yo sé los planes que tengo para vos, dice el Señor. Planes de bien y no de mal. Yo quiero darte lo que estas esperando" (Jeremías 29:11).

Entonces yo ahora elijo mis pensamientos. Me vienen muchos pensamientos todo el tiempo a la cabeza, y siguen viniendo pensamientos negativos y de derrota, pero yo elijo los que coinciden con lo que Dios piensa de mí.

Entonces lo pienso y luego lo hablo, lo pienso y luego lo hago. Elijo pensar que soy un hijo de Dios destinado a cumplir mis sueños (Los que Él puso en mi mente, o corazón) y los veo cumplidos.

Al cambiar mi manera de pensar, cambia mi manera de hablar y de actuar, y entonces cambia mi realidad.

Por eso la importancia de renovar nuestra mente, y ésto es un proceso al que tenemos que someternos todos los días.

Quizá cueste, pero al final veremos cumplidos los planes que Papá tiene para nosotros. Así que ¡Ánimo! vamos a meternos en éste camino de renovar nuestros pensamientos y pronto veremos una gran diferencia.

Tomate cuatro minutos más

Miralo desde arriba: Dios ve en vos la obra completa. Él sabe que sos capaz de lograr todos y cada uno de los cambios que te propone día a día.

Miralo desde abajo: El desafío no parece grande, ES grande. Pero cuando podemos ver que el más grande está de nuestro lado sabemos que el cambio es posible.

Miralo desde adentro: ¿Cuáles son los cambios que menos te costaría lograr en tu vida hoy? ¿Cuáles son los que más tiempo te van a requerir? Empezá a hacer una lista de las cosas que sabes que Dios te está pidiendo que cambies.

Miralo hacia afuera: Los cambios en nuestro interior siempre tienen una respuesta exterior. Tu exterior va notar los cambios en cómo te relacionas con los demás ¿El resto puede ver que estás en proceso de cambio? El verdadero cambio es evidente.