Rompiendo la maldición de la pérdida

¡Bienvenidos a nuestra cuarta semana! En esta semana quiero compartirles palabras que nos lleven a reflexionar y como consecuencia de ello, a poner en práctica y adquirir así (aun mas)  el carácter, la mente, las acciones de Cristo en nuestras vidas. Pues, si lo amamos, debemos andar como Él anduvo…

En este día, vamos a romper con la maldición de la pérdida…

Dios nos creo para manifestar su naturaleza, Dios es un ganador por excelencia, en su mente no existe la posibilidad de pérdida, Jesús lo dio todo para ganar al mundo y cuando llego el momento de su prueba final cumplió su misión y pudo confesar en Juan 18:9 “de los que me diste, no perdí ninguno”.

Somos una estirpe de jóvenes nacidos para GANAR, tener una vida en abundancia y que nuestro fruto permanezca.  La palabra de Dios afirma que hemos sido predestinados para salvación, (Jeremías 1:5).

Sin embargo pareciera que desde el vientre de nuestra madre se tejió un plan contrario al propósito de Dios para nuestras vidas, esto separo al hombre del plan original de Dios, y aquel que nació para triunfador, fue atrapado y encarcelado para una vida de perdida y desesperanza.

Como ya sabemos, nuestros pecados, nuestra ignorancia en algunas cosas o nuestras malas decisiones generan ataduras que controlan nuestra vida y nos llevan a ciclos repetitivos de perdida en lo moral, económico, sentimental, laboral, familiar, en la salud, etc., pero como no fuimos creados para perder si no para ganar, Dios envió a su hijo para liberar el verdadero potencial del ser humano disminuido por el pecado y a través del Espíritu Santo nos entrego las llaves de la victoria.

Hoy es necesario que pongas en funcionamiento tu verdadero ADN, el ADN de Cristo que nos creo y nos dio valor con su sangre para ser mas que vencedores en nuestras vidas.

Quedan algo así como 35 días para finalizar este año, evaluando… ¿Tu año fue de pérdida o ganancia? Si fue ganancia ¡Muy bien! ¡HAY MUCHO MÁS! Si por el contrario  hubo algunas pérdidas en algunas áreas de tu vida, es día de ponerte de acuerdo con Dios, pidiéndole la guía al Espíritu Santo para rechazar y sacar de tu vida todo lo relacionado a la perdida.

Mateo 18: 10-12 nos cuenta la parábola de la oveja perdida: “Que les parece si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿No dejara las noventa y nueve en las colinas para ir en busca de la extraviada?”

Nuestro buen pastor no considera como normal perder a una sola oveja, aunque les quede las 99, no se conformara con ello ¡No! No nos acostumbremos a perder oportunidades, a perder sueños, a perder las metas que nos propusimos este año, a perder el ánimo, la pasión, a perder familiares y amigos en una eternidad sin Cristo.

Otra parábola relacionada con esto es la de “La moneda perdida” dice así: “Supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?”

De esta parábola, además de no acostumbrarnos a la pérdida, podemos considerar que para no tener un espíritu de pérdida y comenzar a ganar en nuestra vida, debemos limpiar nuestra casa, nuestra vida.
Debemos ponernos en orden con Dios, con lo que sabemos que debemos hacer o cambiar de nosotros mismos. Al entrar en intimidad con Dios, el nos corrige en privado y nos lleva al éxito en público.
  • Debemos recuperar lo perdido en las emociones
  • Debemos recuperar lo perdido en el espíritu
  • Debemos recuperar lo perdido en la familia
  • Debemos recuperar lo perdido en la economía
No pares hasta recuperar lo que perdiste.

Renuncia a esta maldición de pérdida y declara que SOS UN GANADOR EN CADA ÁREA DE TU VIDA.

Sea como sea, con Cristo siempre vamos a ganar.
¡Bienvenido a esta vida de  éxito!

Tomate cuatro minutos más

Miralo desde arriba: Jesús no es como nosotros. Él no se acostumbra a perder nada. En su naturaleza no existe la perdida. Por lo tanto, imitemos a Jesús en esta característica.

Miralo desde abajo: En muchos casos nos hemos acostumbrado a que siempre haya algo a lo que no llegamos. Algo en lo que perdemos, y nos resignamos. Ahora que tendemos esto ¿Vas a dejar que la pérdida sea común en tu vida? No es para lo que fuiste formado.

Miralo desde adentro: El diablo siempre trabaja para traer perdidas en tu vida, para que no termines lo que comenzaste. Pero cuando activamos el verdadero ADN de Cristo, entendemos que nuestra naturaleza es la de un ganador.


Miralo hacia afuera: La maldición de la perdida en algún área de nuestra vida nos trae tristeza, frustraciones, desánimos por lo que no hacemos la mejor publicidad de lo que Dios hace por cada uno de nosotros. Activemos el éxito en nuestra vida, para que muchos puedan ser bendecidos, a través de nuestras vidas.

1 comentario:

  1. buenas noches Daniela ,las perdidas traen dolor ,enfermedades ,Gracias a esas perdidas conoci a Cristo ,cuesta entender el porque ,de los errores aprendi a valorar cada dia de mi vida ,agradecer ,los hijos maravillosos ,y bendecir la vida de mi ex ,solo CRISTO me rescato de tormentas , me puso de pie ,estoy en el mejor lugar ,encontre sanidad espiritual,mis alabanza se las debo a EL ,YO ESTOY AQUI ,escuche su llamado ,soy una nueva mujer EN CRISTO AMEN,,EDITH,

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